Hoy
Hoy yo que tenía
Hoy mi deber era
...
Bip
Marcel Marceau
(1923- 2007 ) Actor y mimo francés, de nombre verdadero Marcel Mangel, nació en Estrasburgo. Hizo estudios en el liceo de Estrasburgo y en la École des Beaux Arts de París y fue discípulo del gran actor Ch. Dullin y del mimo Étienne Decroux. Formó parte de la compañía teatral Renaud-Barrault (1946-49) y en 1949 formó su propio grupo de mimo. Hizo populares en todos los escenarios europeos argumentos de mimo como Le manteau, Le joueur de flûte, Moriana et Galvau, Pierrot de Montmartre, Don Juan, etc. y, sobre todo, marcó un hito en este género teatral con su personaje Bip, una especie de vagabundo romántico con similitudes expresivas cercanas a Charlot o al Pierrot de la Commedia dell'Arte.
los amantes
si todos están ciegos?
Ellos se toman de la mano: algo habla
entre sus dedos, lenguas dulces
lamen la húmeda palma, corren por las falanges,
y arriba está la noche llena de ojos.
Son los amantes, su isla flota a la deriva
hacia muerte de césped, hacia puertos
que se abren entre sábanas.
Todo se desordena a través de ellos,
todo encuentra su cifra escamoteada;
pero ellos ni siquiera saben
hay una pausa en la obra de la nada,
el tigre es un jardín que juega.
Amanece en los carros de basura,
empiezan a salir los ciegos,
el ministerio abre sus puertas.
Los amantes rendidos se aman y se tocan
una vez mas antes de oler el día.
Ya están vestidos, ya se van por la calle.
Y es solo entonces
cuando están muertos, cuando están vestidos,
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.
mi vida
camino y piedra.
Traigo enredada en el alma, viday,
una tristeza.
Me acusas de no quererte;
no digas eso.
Tal vez no comprendas nunca, viday,
por qué me alejo.
Es mi destino:
piedra y camino.
De un sueño lejano y bello, viday;
soy peregrino.
Por mas que la dicha busco,
vivo penando
y cuando debo quedarme, viday;
me voy andando.
A veces soy como el río:
llego cantando
y sin que nadie lo sepa, viday;
me voy llorando.
"Piedra y camino"
Atahualpa Yupanqui
Photo: G. M.
sus ojos...
Fragmento de Seda
de Alessandro Baricco
La fuente blanca
A la orquesta El destino
Pedí tres deseos tirando una moneda en la fuente blanca.
El primero se cumplió: yo deseaba tener una moneda para arrojar en la fuente blanca.
El segundo deseo también fue cumplido: yo deseaba encontrar una fuente que no fuera negra para arrojar la moneda.
El tercer deseo se está cumpliendo ahora: yo quería que escucharas cuánto te deseo mientras arrojo mi moneda en la fuente blanca.
Alberto Muñoz
ojos bien abiertos
A veces, cuando se apagan las luces de la cárcel,
me quedo con los ojos abiertos y vienen a pedirme que los cierre,
que el mundo no puede dormir cuando tengo los ojos abiertos.
Siempre
que siendo solo
un instante en la eternidad
se encuentran en un punto
aquí y ahora
Dolor
Hoy, nos duele el alma,
no imagino nada peor.
No tengo palabras para describirlo,
es posible que no existan.