Video: G. M.
Joan Miro nació el 20 de abril de 1893 en Barcelona, España. Pintor, escultor, grabador y ceramista español. Hijo de un Tarragonés y de una Mallorquina de origen humilde. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Llotja y en la Academia Galí mientras trabajaba como dependiente en una droguería.
A los 18 años decide dedicarse a la pintura, arte en el que será influenciado por Cezanne y Van Gogh, el cubismo, el fauvismo y el romanismo catalán; sus primeras obras se ubican entre los años 1915 y 1918 donde refleja paisajes campestres de su juventud plagados de colores vivos y brillantes. Realiza su primera exposión pictórica en las Galerías Dalmau, centro de la vanguardia. En 1920 se muda a París, Francia, donde instala su taller junto a André Masson, recibe la influencia del surrealismo, del dadaísmo y la amistad de Pablo Picasso y Max Jacob. También entra en contacto con el dadaísmo y las obras de Apollinaire, Rimbaud, entre otros.
De ese período corresponde la carga onírica de sus obras que evolucionaran posteriormente a conceptos más etéreos. Se destacan cuadros como El Cazador, La Tierra arada, etc. En el año 1924 firmó El Manifiesto, fiel a los principios del surrealismo aunque incorporó al movimiento elementos propios como el jeroglíficos y el signo caligráfico. Paul Klee fue uno de los artistas que más repercutió en la tarea creativa de Joan Miro. En 1925 realiza una exposición de sus cuadros en la Galería Pierre Loeb, Francia, que sella el éxito enorme que ya venía teniendo (Hemingway era un gran admirador adquirente de alguna de sus obras). En 1927 realiza las ilustraciones del libro Il etait une petite pie de Hirtz; utiliza la técnica del pochoir de colores. Su vinculación en París con el mundo literario lo lleva a proseguir en ilustraciones de libros (L`Abre des voyageurs de Tzara) y a soñar con imprimir la poesía en su obra pictórica formando un todo artístico sublime e indisoluble. En 1928 recibe su primer reconocimiento internacional cuando el Museo de Arte Morderno de New York adquiere dos de sus obras.
En 1929 se casa, en Palma de Mallorca, con Pilar Juncosa con quien vivirá hasta el día de su muerte y con la que tendrá una hija: Dolores. En esta época inicia la serie de los Interiores Holandeses, recreaciones de pinturas del siglo XVII. Joan Miró fue siempre un innovador que utilizó colores, formas y materiales diversos para desarrollar sus trabajos; el resultado fue una exposición en París en el año 1931 en la que lanza al público su arte escultórico. En esta década tuvo un gran dilema con la pintura, la que abandonó durante un largo periodo. En 1937 huye de París fruto de la guerra civil, situación que reflejará en "El Segador". En 1940 retorna a España luego del bombardeo alemán a Normandía, lugar donde residía; otra vez en Barcelona vivió en el anonimato durante la dictadura franquista; allí comenzó a experimentar con el grabado y la litografía, medios artísticos a los que les dedicaría una década de trabajo. Todas sus creaciones reflejan el pesar de esa época donde el salvajismo es protagonista en cada una de ellas.
En 1941 se realiza la primer gran exposición retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de New York. A partir de 1944 en la escultura de cerámicas (además de pasteles, collages, cartones para tapices, etc) que han tenido la casi la misma trascendencia que sus pinturas. "La pared de la Luna" y "La pared del Sol" (edificio UNESCO -- París) y el mural del Palacio de los Congresos y Exposiciones (Madrid) son murales cerámicos impresionantes. En 1975 se creó la Fundación Joan Miró en Barcelona. La Fundación Joan Miró, ubicada en la montaña de Montjuïc (Barcelona), es sede de una fundación cultural y centro de estudios de arte contemporáneo. Contiene una importante colección de arte moderno con obras del pintor español Joan Miro, y de otros artistas del siglo XX. En 1979 es nombrado Doctor Honoris Causae por la Universidad de Barcelona. El 25 de diciembre de 1983, rodeado de sus obras, Joan Miro murió, aunque seguramente solo haya ingresado a otro de sus sueños, plasmado, esta vez, en el bastidor de su cuerpo. Joan Miro es famoso por sus murales, sus litografías, la escultura de cerámicas y decoraciones teatrales en las que imprimió frescura, ingenuidad y colorido; uno de los máximos representantes del surrealismo que supo transmitir al espectador la magnitud de su magia.
A los 18 años decide dedicarse a la pintura, arte en el que será influenciado por Cezanne y Van Gogh, el cubismo, el fauvismo y el romanismo catalán; sus primeras obras se ubican entre los años 1915 y 1918 donde refleja paisajes campestres de su juventud plagados de colores vivos y brillantes. Realiza su primera exposión pictórica en las Galerías Dalmau, centro de la vanguardia. En 1920 se muda a París, Francia, donde instala su taller junto a André Masson, recibe la influencia del surrealismo, del dadaísmo y la amistad de Pablo Picasso y Max Jacob. También entra en contacto con el dadaísmo y las obras de Apollinaire, Rimbaud, entre otros.
De ese período corresponde la carga onírica de sus obras que evolucionaran posteriormente a conceptos más etéreos. Se destacan cuadros como El Cazador, La Tierra arada, etc. En el año 1924 firmó El Manifiesto, fiel a los principios del surrealismo aunque incorporó al movimiento elementos propios como el jeroglíficos y el signo caligráfico. Paul Klee fue uno de los artistas que más repercutió en la tarea creativa de Joan Miro. En 1925 realiza una exposición de sus cuadros en la Galería Pierre Loeb, Francia, que sella el éxito enorme que ya venía teniendo (Hemingway era un gran admirador adquirente de alguna de sus obras). En 1927 realiza las ilustraciones del libro Il etait une petite pie de Hirtz; utiliza la técnica del pochoir de colores. Su vinculación en París con el mundo literario lo lleva a proseguir en ilustraciones de libros (L`Abre des voyageurs de Tzara) y a soñar con imprimir la poesía en su obra pictórica formando un todo artístico sublime e indisoluble. En 1928 recibe su primer reconocimiento internacional cuando el Museo de Arte Morderno de New York adquiere dos de sus obras.
En 1929 se casa, en Palma de Mallorca, con Pilar Juncosa con quien vivirá hasta el día de su muerte y con la que tendrá una hija: Dolores. En esta época inicia la serie de los Interiores Holandeses, recreaciones de pinturas del siglo XVII. Joan Miró fue siempre un innovador que utilizó colores, formas y materiales diversos para desarrollar sus trabajos; el resultado fue una exposición en París en el año 1931 en la que lanza al público su arte escultórico. En esta década tuvo un gran dilema con la pintura, la que abandonó durante un largo periodo. En 1937 huye de París fruto de la guerra civil, situación que reflejará en "El Segador". En 1940 retorna a España luego del bombardeo alemán a Normandía, lugar donde residía; otra vez en Barcelona vivió en el anonimato durante la dictadura franquista; allí comenzó a experimentar con el grabado y la litografía, medios artísticos a los que les dedicaría una década de trabajo. Todas sus creaciones reflejan el pesar de esa época donde el salvajismo es protagonista en cada una de ellas.
En 1941 se realiza la primer gran exposición retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de New York. A partir de 1944 en la escultura de cerámicas (además de pasteles, collages, cartones para tapices, etc) que han tenido la casi la misma trascendencia que sus pinturas. "La pared de la Luna" y "La pared del Sol" (edificio UNESCO -- París) y el mural del Palacio de los Congresos y Exposiciones (Madrid) son murales cerámicos impresionantes. En 1975 se creó la Fundación Joan Miró en Barcelona. La Fundación Joan Miró, ubicada en la montaña de Montjuïc (Barcelona), es sede de una fundación cultural y centro de estudios de arte contemporáneo. Contiene una importante colección de arte moderno con obras del pintor español Joan Miro, y de otros artistas del siglo XX. En 1979 es nombrado Doctor Honoris Causae por la Universidad de Barcelona. El 25 de diciembre de 1983, rodeado de sus obras, Joan Miro murió, aunque seguramente solo haya ingresado a otro de sus sueños, plasmado, esta vez, en el bastidor de su cuerpo. Joan Miro es famoso por sus murales, sus litografías, la escultura de cerámicas y decoraciones teatrales en las que imprimió frescura, ingenuidad y colorido; uno de los máximos representantes del surrealismo que supo transmitir al espectador la magnitud de su magia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario