“La hermosura de una virgen, de un ser que “nada ha producido todavía” es la maternidad que presiente y se prepara, teme y ansía. La belleza de la mujer, cuando es madre, corresponde a esa maternidad a la cual sirve; y cuando es anciana, al recuerdo de la que en ella hubo. Y también en el hombre hay maternidad- según creo- espiritual y física; su engendrar es una manera de dar a luz. Hay alumbramiento cuando crea desde su íntima plenitud. Tal vez los dos sexos sean más afines de lo que se piensa, y la gran renovación del mundo consistiría, quizás, en que hombre y mujer, liberados de todos los errores y dificultades, se busquen no como opuestos sino como hermanos y prójimos y se unan como seres humanos para sobrellevar sencilla, grave y pacientemente, el arduo sexo que les ha sido impuesto.”
Rainer María Rilke
Carta IV, de “Cartas a un Joven Poeta”
Rainer María Rilke
Carta IV, de “Cartas a un Joven Poeta”
3 comentarios:
Que decirte de Rilke y sus Cartas, una maravilla para los sentidos.
Está entrada la llamaría "Cuerpo vestido de miel"
Abrazo en viernes.
Me parece excelente. Ya la cambiamos.
Abrazo de miel en primavera.
Que tipo veleta...
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