Ante todo, mis sueños son un licor, una suerte de agua repulsiva donde me hundo y que prolifera de minerales sangrientos. Ni en la vida de mis sueños ni en la vida de mi vida alcanzo la altura de ciertas imágenes; no me instalo en mi continuidad. Todos mis sueños carecen de salida, de fortaleza, de plano de la ciudad. Un verdadero olor a encierro de miembros cortados.
Por lo demás, estoy informado en exceso de mi pensamiento para que me interese algo de lo que allí ocurre: lo único que pido es una cosa, que me encierren definitivamente en mi pensamiento.
Y en cuanto a la apariencia física de mis sueños, ya lo dije: un licor
Por lo demás, estoy informado en exceso de mi pensamiento para que me interese algo de lo que allí ocurre: lo único que pido es una cosa, que me encierren definitivamente en mi pensamiento.
Y en cuanto a la apariencia física de mis sueños, ya lo dije: un licor
Antonin Artaud
El soñador defectuoso
Photo: G.M.
El soñador defectuoso
Photo: G.M.
2 comentarios:
La nada y los sueños son cosas de poetas.
Gracias por enseñarme otras miradas, Gabriel.
Morena, que decirle, solo comparto inquietudes, preguntas.
Gracias aa Ud.
Un abrazo.
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